lunes, 15 de febrero de 2010

¡No, hija, no!

La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y la librería online de libros electrónicos en español, Todoebook, han llegado a un acuerdo por el que esta última pone a disposición de los internautas la Colección 10º Aniversario de la Biblioteca Cervantes de manera gratuita.
Se trata de una cuidada selección de 35 clásicos de la literatura en lengua española, disponible para su descarga y lectura en dispositivos móviles, elegida el año pasado por los asesores científicos de la BVMC para celebrar su décimo cumpleaños.

Parece que el Instituto Cervantes en vez de tirarse el rollo con todos los hispanohablantes (que es su labor) se tira más el rollo con la empresa privada.

Primero, haciendo publicidad de una firma comercial (Todoebook); segundo, quitándonos la posibilidad a "todos" de acudir a por esos contenidos a la web del Instituto, que conoce mucha más gente y donde realmente debería estar alojada esta colección; y tercero, utilizando recursos propios de un organismo público y literatura sin copyright para hacer un apaño supuestamente altruista pero con tufo comercial.

Al respecto, el viernes día 12 de febrero salió publicado en el diario Público una pequeña nota (página 38, sección Cultura), donde nuestra ministra González-Sinde defiende el patrimonio público frente a Google (quitemos Google y pongamos Todoebook).

La ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, señaló la necesidad de "evitar que los acuerdos entre instituciones públicas y privadas otorguen cláusulas de exclusividad para la gestión del patrimonio público".

No han estado finos los de Cultura y han hecho todo lo contrario de lo que predican, pues Todoebook tiene en exclusiva esas obras del patrimonio (no las encuentras en la página del Instituto Cervantes) y para mayor escarnio las tienen protegidas con DMR, por lo que es imposible hacer uso legítimo de las mismas (copiándolas, imprimiéndolas, editándolas de nuevo...), ya que no están sujetas a derechos de autor.

Tampoco actúan de manera consecuente los responsables de esta librería, que "tienen en propiedad" contenidos que son de todos, y andan poniendo zancadillas varias con intención de cuantificar el tráfico de su web y las ventas realizadas (porque a efectos cuando te bajas un libro de éstos tienes que estar registrado en su base de datos; el proceso para descargarlo en tu ordenador es el mismo que si compraras otro de sus libros, y una vez copiado en el Digital Editions no puedes llevártelo a otra máquina).

Como diría Antonio Ozores: "¡No, hija, no!

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