Ayer, día 26 de octubre de 2010, se celebraron las II Jornadas Técnicas de Anele con un programa atractivo en forma y ponentes. Su director, Javier Celaya, organizó y moderó un foro en donde distintos personajes de diferentes sectores económicos (medios de comunicación, banca...) intentaron trasladar su experiencia al mundo editorial. También participaron otros profesionales anglosajones que compartieron conocimiento y maestría al hablar de edición digital. Lo que se está haciendo en Estados Unidos es un fiel reflejo de todo aquello que va a llegar a nuestro país; hay que estar alerta y preparado porque los momentos de cambio en los que vivimos nos invitan a adaptarnos a nuevas alternativas de negocio.
Todos los invitados tuvieron en sus discursos a la figura del usuario y su experiencia como centro del que tienen que surgir los futuros negocios relacionados con el libro. Así los archiconocidos metadatos son imprescindibles para centrar la futura venta de títulos en los gustos y manías de los lectores. De esta manera, a través de estudios pragmáticos de mercado (no hay porqué buscar nichos inclasificables) se nos acercó a cifras en ascenso que pasados otros seis meses cambiarán. Parece ser que el que se anima con un libro electrónico ya no compra papel...
Los nuevos negocios editoriales surgirán en medios diferentes y las aportaciones de las empresas en innovación y desarrollo serán fundamentales para ponerlos en marcha, inclusive la sombra del fracaso estará acuciante. La cadena de valor se modifica desde el principio al fin, por lo que hay que adecuar los mecanismos desde un primer momento. Támbién los tiempos de ejecución de nuevos productos y su tipología obligarán a las empresas a adecuar sus estructuras.
Otra realidad también es posible, más colaborativa y cercana donde entran en juego las técnicas de aprendizaje colaborativo, las wikis y otras herramientas, así como las comunidades de aprendizaje. Sin duda, un remanso de paz humana entre tanta incertidumbre económica...
La distribución de contenidos físicos (libro de texto en EE. UU.) tiene fecha de caducidad, todos serán visualizados en teléfonos móviles pues habrá en el 2014-2015 más telefonía que ordenadores, inclusive habrá más gente que use Facebook que el propio sofware de correo electrónico. Los contenidos serán más granuladios, más flexibles, tendrá más valor económico la tecnología (metadatos, multimedia...) que los propios contenidos. Si nos son capaces los editores de producir para todos los dispositivos no podrán conmpetir, tampoco serán competitivos sino combinan todos los contenidos (comercial = editor, abierto = profesor, consumidor = estudiante). Un poco catastrófico, ¿verdad?
Un gran día para conocer y reflexionar.
miércoles, 27 de octubre de 2010
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